viernes, febrero 13, 2009

Háblame


Lunes, 22 de septiembre de 2008 a las 1:02

Háblame, con tu tez dormida háblame. Si tu voz no es necia sino activa, pues háblame. Deja que no sea masa inerte lo que me dijiste ayer, cuando corrías por prados en tu mente. Como siempre lo has hecho.Somos lo mismo de siempre pero hemos cambiado, las manos, los pies, los besos, el sexo. Ya todo es diferente. Ya no se siente ese mismo candor eterno, ni esa efímera fragilidad que tanto amaba.
Y de la que tanto he escrito.
Se que vives en mis sueños, en mi cabeza. Eres la prueba indescifrable de que aun existo, que lo hago como res al matadero, esperando día a día que seas mía. Eres mi muerte. Era delicioso pensar que no existías, y dejar todo a la imaginación. Pero como de rutina estaba equivocado. Tú existías.
Viviste un par de décadas en mi cabeza. Hasta que en un andurrial de espanto te encontré. Me hallaba como el niño que encuentra a su madre luego de haber estado perdido. Me aferraba a tus faldas, anhelando quitarlas.Y fue así, enfermizo y decadente, como me gustan los romances.Pero no fue eterno. La efimeridad de los besos que ya no eran de falsedades, sino de carne y hueso no duraron para siempre. Un fatídico día dijiste ya no más, y ahí es cuando empezó lo enfermizo de este pretérito.
Te busqué como aquel niño de antes. Más, las barbas y la pena habían crecido bastante. Ya era un hombre, y no estaba para búsquedas desesperadas ni para esperas pacientes, estaba para la acción.
Me enredé entre otras faldas inocentes buscando cobijo y saciedad. Pero solo me encontré con un triste desfile de cuerpos de deseo marchitos. En los que volqué toda la ira y lujuria que llevaba escondida. Lo único que conseguí fue marchitar rosales que pudieron haber servido para embellecer está cansada ciudad.¿No me hablas?, claro estas dormida, quizás para siempre, quizás por un rato, pero duermes. Dicen que la única manera de hacer eterna la efímera belleza de tu cuerpo era dormida. Y yo lo creo así.¿Duermes?, quizás en tus sueños no esté yo para atormentarte con un amor que no fue, que se quedo en fugaces lujurias y repentinos flechazos de odio, de un Cupido ojeroso, con olor a tabaco y manchas de vino tinto en una camisa, que alguna vez fue blanca.Háblame, siento miedo. Háblame, y déjame recostarme en tu falda por última vez, esperando que la sangre de tu vientre no ensucie más mis manos, por lo menos hasta que llegue alguien.
Háblame y dime tantas cosas que siempre quise saber. Pero no, estás callada, nuevamente eres el susurro en mi cabeza, ese que me recuerda que acribille con esta navaja mi única ventana de libertad.Y sí. Esto acaba como siempre. Contigo muerta, desangrada, dormida, malditamente bella. Y yo acá, a tu lado, sufriendo de esta enfermedad terminal que se llama vida, cuyo día de muerte solo tú sabes.
Quizás por eso no me quieres hablar.

martes, febrero 03, 2009

Hasta que la muerte los separe

(Anthony Beale)
30 minutos. Ya habían pasado 30 minutos, y el tipo seguía allí. Sentado a los pies de la catedral, se dio cuenta de lo lúgubre que esta se veía de noche. El hombre, de unos 30 años, tenía un aspecto desgarbado; la barba de varios días, el inconfundible aroma de quien ha ahogado sus penas en alcohol, el pelo desordenado, y el aspecto nervioso.Intentó prender un cigarrillo, pero su mano temblaba demasiado. Desistió.¨Mi vida se está convirtiendo en una mierda¨ pensó con amargura.¨Desde ese día, mi vida se fue a pique. Una mierda¨Cerró los ojos, revivió los recuerdos del accidente.Las mismas visiones que tenía cada vez que cerraba los ojos.¨Debí haber sido yo ¿por q no fui yo?¨ Se sacudió la cabeza ¨Eso no importa, es parte del pasado. Debo olvidarlo¨. Entonces se levantó de golpe ¡Por dios! ¡Ya habían pasado 10 años!- Karen... oh, Karen, como te extrañoHabía sido una mañana como cualquier otra...Cuando Matías despertó, lo primero que vio fue a su mujer, vestida con una fina y ceñida bata de satén, que dejaba entrever sus formas femeninas. Desde el balcón del departamento, miraba el tráfico matutino.-¿Qué pasa, cariño?- ¡Oh! Nada... solo... quería respirar un poco, es todo- Hm... ¿Crees que soy muy asfixiante?Karen le sonrió con cariño.- No seas tonto - se acercó y le echó los brazos al cuello- Me gusta que me asfixies- ¿Ah, si? - Matías le dio un tierno beso- Claro- respondió ella, separándose- Me gusta la manera en que nos proteges a mi y a Franco. Supongo que por eso me enamoré de ti.Matías sonrió al pensar en Franco, su hijo de un año de edad, que dormía en la pieza de al lado. Luego se puso serio.-Te noto rara esta mañana. ¿Pasa algo?- No, claro que no- No mientas. Conozco esa cara- Bueno- ella sonrió con indulgencia- No sé. Siento como si algo fuera a pasar.Matías le dio un beso- Tranquila. No dejaré que te pase nada.Del beso al abrazo, del abrazo a las caricias, y terminaron haciendo el amor, como toda pareja joven, con dulzura, pasión y amor.Luego, jadeantes, permanecieron abrazados en su lecho, disfrutando su mutua compañía y felicidad.- Apaga ese cigarrillo. Sabes que me molesta...Karen hizo una mueca de ¨niña rebelde¨, y luego lanzó la colilla al basurero, fallando por medio metro.- El Basketball no es lo tuyo- Oh, cállate- respondió con su radiante sonrisaDespués de unos minutos, Matías se levantó-Tengo que irmeKaren agarró su brazo- Quédate un rato mas. Por favor- No puedo, ya voy retrasado. Las clases no se dan solas- 5 minutos más, solo 5 minutos más!!- Soy el profesor!! No puedo dejar a unos chicos de 3º grado solos por mucho tiempo... quien sabe que podrían hacer...- Está bien, vete- Pero oye.... Karen, no te eno...- NO ME DIGAS QUE NO ME ENOJE!! Cada mañana es lo mismo!!- ...- Solo vete, déjame sola, como siempre!!Matías se vistió rápidamente, musitando un fugaz ¨Te amo¨¨Vaya que está molesta¨ pensó ¨Espero que para la noche se le haya pasado... Mujeres!!¨En el salón de clases, siguió preocupado. Como sus alumnos estaban presentando una prueba, tuvo mucho tiempo para pensar. Al fin, decidió:¨Ok. La invitaré a cenar esta noche¨Ya mas tranquilo, concentró su atención en una pareja que parecía estar copiando.Matías salió tarde del trabajo. Ya había anochecido ¨Menudo momento para una reunión del consejo de profesores!!¨Se apresuró a su casa, pero en el camino le compró un ramo de rosas amarillas a su mujer. ¨Seguro que le gustarán¨, pensóA unas calles de su casa, se sorprendió de ver una muchedumbre agrupada en la acera. Con curiosidad, se acercó, dispuesto a investigar.A partir de entonces, sus recuerdos se hicieron nebulosos.La imágenes... la visión de Karen, arrollada por un conductor ebrio, inundaron su mente, y lo llevaron casi a un colapso.¨Fue mi culpa. Yo se lo prometí. ¨pensó, levantándose y mirando hacia la catedral... hacia la torre del relojSu suegra ganó la tutoría de su hijo Franco. La mitad de su declaración fue mentira. El jamás habría golpeado a Karen, ni había estado con otra mujer.Ya sin su hijo, se perdió en los vicios, perdió su empleo, y se hundió en el fango de la autocompasión.¨El resto es historia¨ Matías volvió a mirar al gótico templo que se imponía junto a él¨No me gusta este lugar,¨pensó,¨Por que me habrán citado aquí??¨- Y eso fue extraño- recordó. Una mujer que hablaba en susurros lo había llamado esa mañana, y le suplicó que fuera esa noche a esa Iglesia.¨Pero he esperado media hora y no ha pasado nada¨Aunque, a decir verdad, si lo hubiera partido un rayo, poco le habría importado.¨Había algo con esa voz. Me parecía familiar¨El reloj de la torre empezó a hacer sonar sus campanas. Doce campanadas.- Bueno- dijo en voz alta- me plantaron. Me largo de aquí¨Cuando habré empezado a hablar solo??¨Le dio la espalda al edificio, y bajó la húmeda e irregular escalinata.- Espera!- dijo una voz entre las sombrasMatías se volteó lentamente, paralizado y embrujado por ese llamado.Una silueta se le acercó a través de la penumbra. Una silueta de mujer- No... No puede ser...- balbuceó Matías- Tengo mucho que explicarte- No... Tu estas muerta!! Yo lo vi!! Vi tu funeral!!La imagen de Karen se alzaba frente a él. Estaba blanca como un cadáver, excepto por las mejillas, que mostraban un leve rubor. Su cabello tenía un tono extraño, casi espectral. Pero no había duda, era ella. Se veía casi igual que el día que murió.- Matías, todo este tiempo te he estado observando.... yo...- Tu estas muerta!!! Solo apareces en mis sueños!!- Lo que viste fue una farsa. Yo...- No!! Solo quieres atormentarme, seas quien seas!!- No Matías, soy yo, Karen!!- Ya entiendo!! Por fin me volví loco, y tu solo eres uno de los delirios de mi mente enfebrecida!!- No, escúchame..!!Pero no quería escuchar. Matías le dio la espalda, y comenzó a alejarse de la catedral. La idea del revólver en la sien, que ya había acariciado varias veces en su mente, se volvía más apetecible que nunca.- Matías!! - Gritó la chica- Si alguna vez me quisiste... si aún me amas... escucharás lo que vengo a decirte. Si ahora te vas... no volveré a molestarte, y no volverás a verme.Matías se detuvo. Karen solo podía ver su espalda, pero conocía lo suficiente a su hombre como para poder imaginar el terrible conflicto en su interior...Lentamente, Matías se volvió a mirar a su esposa. Y sucedió algo: los fantasmas de desesperación, que el mismo se había creado, desaparecieron. Algo en él estalló, y tras un segundo de indecisión, corrió hacia su mujer, y la abrazó con todas sus fuerzas, como si su vida dependiera de ello.Karen se sorprendió por la impulsiva reacción de su compañero, pero un instante después, sus brazos lo rodearon, y permanecieron en su pegajosa burbuja de amor, deseando que ese momento no acabara jamás. Pero la realidad se impuso. Matías sentía como el frío del cuerpo de su esposa se colaba a través de su ropa.- Estás helada. Vamos a donde estés mas tibia- dijo, separándose un poco.- Da igual. Ya no siento frío- musitó Karen, esquivando su mirada.Algo con la actitud de ella le desagradó profundamente a su interlocutor. Y otra emoción surgió en el pecho de Matías: la ira. Si su mujer estaba viva, por que no se había comunicado con él?Como leyéndole el pensamiento, Karen dijo, aún sin mirarlo:- Te estarás preguntando porque no te busqué antes...- Eso es lo que me pregunto, si- respondió el hombre, molesto- Me obligaron a no verte. Me lo prohibieron- Quién?- Boris... el hombre que me sacó de los escombros del auto.Matías se quedó atónito. Sintió como si el peso del mundo hubiera caído sobre sus hombros de improviso.- Es- estuviste todo este tiempo con otro hombre?- No!!- No??- preguntó el tipo, arqueando una ceja- Bueno, es decir, sí, pero no de la forma que crees..- Ah, si??- Matías seguía incrédulo-Pues explícate!!- Bien... - la mujer volvió a esquivar su mirada.- No puedes, verdad? Entonces...- Nos habíamos peleado esa mañana, recuerdas??Matías calló al instante, Karen había tocado la vieja llaga- Yo iba caminando por las calles. Había salido para despejarme. Pensaba ir al parque, a ver los payasos callejeros. O algo así. Y entonces...Karen se detuvo. Parecía estar conteniendo las ganas de llorar.La ira de Matías había cambiado por una gran ansiedad. Podía leer la cara de su amada, y sabía que lo que estaba confesando era muy difícil de expresar. Pero aún sentía ese frío inexplicable en el pecho... Karen, después de respirar profundamente unos segundos, continuó su relato- Después de eso, solo recuerda oscuridad. Sentí que alguien tiraba de mí. Me sacaban de los escombros, y me encontré tirada en el suelo, bañada en mi propia sangre. Y entonces...- Karen empezó a temblar-... entonces apareció Boris.Karen se veía muy preocupada. Volteó hacia la oscuridad, pero allí no había nadie. . Matías se acercó a ella, y le tomó la mano para calmarla. Estaba helada y húmeda, pero apreció el gesto, y continuó- El me dijo... me dijo que llevaba mucho tiempo observándome. Que pensaba que era hermosa, y no quería que me perdiera en el tiempo.Me dio a elegir entre la muerte y una vida maldita, regida por la oscuridad. Entre desaparecer de la existencia, y vivir apartada del resto de las personas.-Que dices? No entiendo de que hablas!En ese momento, Karen no aguantó mas, le dio la espalda y se puso a sollozar, apresurándose a secar sus lágrimas.Matías se dio cuenta de que le dolía ver a su mujer llorando por tener que darle explicaciones. Y se dio cuenta también de que no le importaba donde había estado, ni con quien, ni porque.Se dio cuenta de que la amaba más que a su vida, que no podía vivir sin ella, y que le bastaba con estar a su lado.Quería decir todo esto, pero las palabras se confundieron en su garganta.Repentinamente, su esposa le dio la cara, y Matías se petrificó...Un par de lágrimas corrían por el rostro blanco de Karen,... lo que resaltaba aún más el color rojo de ellas.¨Sus lagrimas son rojas como la...!!¨- Sangre!!- gritó Karen- Ya no me quedan lágrimas por derramar, solo sangre!! Sangre que corre por mis venas, que ni siquiera me pertenece!!Sangre de las personas a las que he tenido que asesinar para vivir!!Entiendes?!Puedo seguir viviendo después de muerta, pero solo existiendo en esta pálida sombra de vida!!¡¡Puedo seguir viva después de muerta por que soy un ...VAMPIRO!!¡No huyas de mí, por favor!!!- Y dicho esto, se lanzó a los brazos de Matías...Las sorpresas de esa noche de horror no terminaban, y Matías principiaba a entender esto. Karen sollozaba incontrolable en el pecho de su marido, quien no podía aún reaccionar. Solo dejaba que las sangrientas lágrimas de su esposa se derramaran en su chaqueta de tela barata.A medida que el hombre se acostumbraba al acre olor a sangre que ahora notaba, Karen se iba tranquilizando.Matías seguía inmóvil. No atinaba a corresponder el abrazo, ni a consolar a su esposa, ni a huir, ni a nada. Solo se sentía partido en dos. De pronto, reaccionó. Su mujer había tomado su cara entre sus gélidas manos, y él retrocedió al instante. Tal vez fue solo el frío, pero no pudo evitar imaginarse a su mujer mordiéndolo en el cuello.- Lo- lo siento- gimió Karen, retirando las manos rápidamente- No te preocupes... yo solo me asusté. Tus manos están heladas- MintióLa chica le sonrió. Le gustaba tanto esa sonrisa.... Era la misma sonrisa que le entregaba en sus sueños.... la misma que le dio el día en que le pidió compartir su vida con él...Por fin empezó a pensar claramente. ¨Mi mujer es un vampiro. Se alimenta de sangre de otros. Y puede vivir más que el común de la gente, quizás eternamente. Su piel es fría como la muerte, y sus lágrimas son de sangre. Eso es lo que sé, pero...¨- Karen, yo... no sé que decirte.- No me digas nada- susurró, acercándose- Solo quiero saber si me amas. Dime, me amas o no??El hombre titubeó al sentir el olor a sangre. Pero luego vio su sonrisa. Si, era ella, estaba viva!! Antes de darse cuenta, estaba gritando su confesión- Te amo!! No sabes cuanto!! Quiero volver a estar contigo! Quiero que seamos una familia otra vez, tu, yo y Franco!! Te he extrañado, tanto... tengo tanto que decirte... tantos días que no te he dicho lo que significas para mí... tantas noches en que no he dormido abrazado a tu cuerpo... tanto tiempo perdido!!! No perdamos mas tiempo!!Matías tomó a su mujer por los hombros. Su discurso lo había agitado, y su cara estaba ruborizada. Acercó su cara lentamente a la de ella... hasta que solo los separaban unos centímetros. Y se detuvo... aún estaba indeciso. Era una vampiro... Karen se ruborizó al sentir el aliento de su compañero en sus labios... y un escalofrío recorrió su cuerpo. Se acercó a él... quien no sentía la respiración, ni el corazón de su esposa. Solo sus ojos denotaban su pasión y profunda entrega. El pulso de Matías aumentaba. Karen cerró los ojos... y se entregó al beso de su marido, a la humedad de su lengua, al calor abrasador, que, como ser de la noche, no podía sentir de otra forma.Y así jugaron a reconocerse, a recordar el pasado, a ser todo y ser nada al mismo tiempo. Fue su amor. Fue el finCuando, por falta de aire, el beso se acabó, Karen permaneció abrazada al cuerpo de su compañero, sintiendo su calor y su pasión, embrujada por el torbellino de sensaciones y emociones. Pero Matías, después de un rato rodeado por esos gélidos brazos, logró aclarar sus ideas. - Vamos a casa. Aun hay tiempo para reconstruir nuestras vidas, a pesar de todo.- Ya es tarde...- Matías la miró extrañado- No te entiendo- Ya no somos marido y mujer. Ya no estamos casados.- Qué??Karen se mordió el labio inferior.- Mira... hicimos nuestros votos ¨hasta que la muerte nos separe¨, pero la muerte ya nos separó. Yo estoy muertaÉl hombre calló. Eso que importaba!! Tenían la posibilidad de estar juntos, y no la desperdiciaría. Pero se obligó a pensar sus argumentos.Es cierto.... ahí estaba, como una espina clavada en su corazón. Quería convencerse de que no importaba... pero no era así.Karen era una vampiro, un cadáver andante. Si estaban juntos, si convivían, si volvían a compartir el lecho... ¿no corría el riesgo de q se alimentara de su cuello?? El solo pensarlo lo aterró. Era su esposa, y la amaba, pero... era posible correr un riesgo así?? Pese a los años, la amaba lo suficiente??La confusión y la oscuridad atenazó su mente...- No te preocupes. No te esfuerces en pensar si no puedes.- Como es que puedes entender tan bien lo que pienso??- Pues... digamos que el ¨Abrazo¨ cambia la percepción del mundo de una persona, y la da ciertos poderes... sobrenaturales- ¨Abrazo¨??- Si, bueno, es así como le llamamos al momento cuando nos volvemos vampiros- Así que los vampiros tienen poderes sobrenaturales- Algo así. Gracias a eso, Boris modificó tus recuerdos, y por eso pensaste que estaba muerta. Tus recuerdos del accidente no son claros, verdad??Matías se sentó a reflexionar. Se le había ocurrido que si permanecía con alguien con semejante poder, a la larga terminaría muerto de forma horrible, tal vez en manos de ella, tal vez decrépito y anciano sosteniendo la mano de su amada inmortal. Lo claro es que moriría antes que ella. Karen estaba dispuesta a tanto??- Sabes?? - dijo esta- Había soñado muchas veces con este momento. Cada día, al cerrar los ojos y echarme a dormir, te imaginaba ahí, sentado donde estás, pensando en que hacer, imaginando un futuro imposible entre nosotros...- NO ES IMPOSIBLE!! - gritó Matías- Sí lo es. Tú eres mortal. Yo soy vampiro. No podemos vivir juntos... no podemos hacernos esto. Solo hay una forma, pero jamás... no, es imposibleY Matías entendió. Un mortal y n vampiro no podían estar juntos. Pero...-... pero si me convirtieras en vampiro... - Ni siquiera lo menciones!! - Ser vampiro es una maldición. Eres un animal nocturno, no puedes convivir con otros ni hacer una vida normal. Crees que has tenido sed?? Pues no es nada comparada con la sed de sangre!! Crees que has estado furioso?? Pues no es nada comparado con ¨la Bestia¨, el monstruo que todo vampiro lleva dentro, y que es la encarnación de todos los instintos animales!! Lo siento, pero no es, ni ha sido nunca condenarte a semejante vida!!- dijo finalmente, volteándoseMatías sonrió tiernamente- Mentirosa...Karen se volvió sorprendida, y su cara pareció romperse ante esa palabra y esa sonrisa- Yo... no...- No puedo leerte la mente, pero recuerdo que no eres capaz de mentir dándole la cara a alguien. Y recuerdo esa cara también.- No, yo...- Pero su marido la abrazó, y su voz se ahogó. Al sentir esos cálidos brazos rodeándola, la vampiro no pudo contenerse más, y estalló en llanto.- NO- no me hagas hacerte esto, te lo ruego- sollozó entre sanguinolentas lágrimas- Es claro que para eso me citaste aquí. Esperabas que renováramos nuestros votos permanentemente... esta catedral fue el lugar donde nos casamos-Karen comenzó a llorar con mas fuerza, ya sin poder contener las escarlatas gotas de líquido vital que recorrían sus mejillas.Y Matías, al abrazar a su mujer con más fuerza aún, selló su destino. Si tenía que morir para estar con la mujer que amaba... que así fuera...- Es- es cierto que lo pensé... pero de verdad, no quiero que te conviertas en algo tan repugnante como yo, Matías- Pues si todas las vampiresas son tan hermosas como tu, me será muy difícil serte fielKaren hizo un sonido extraño, mezcla entre una risa y un sollozo.- Por otro lado, me debes una ¡Mira, manchaste mi mejor chaqueta con sangre!!Su mujer volvió a reírse, esta vez mas alegremente- Pues de todas formas era una mierda de chaqueta si me lo preguntasAhora fue Matías quien le dedicó una carcajada. Pero luego se puso serio- Que hay de Franco??Karen negó con tristeza. Era obvio: no podía convertir en vampiro a un chico de 12 años- Pues entonces... que debo hacer para convertirme en vampiro??Su mujer le miró suplicante- Por favor!!- NO!!!- gritó Matías, dejando de contener sus sentimientos- NO!! Crees que voy a dejar que te vayas de nuevo!!!!? NO!!!! Prefiero morir mil veces!!!- Entonces le agarró los hombros y la sacudió con fuerza desmedida- Me llevarás a la oscuridad aunque tenga que obligarte, Karen!! TE AMO, MALDITA SEA!!!Su esposa se quedó atónita. Por fin había dejado de llorar. Ambos se miraron fijamente durante varios segundos- Está bien. Lo haré. Juntos, lo haremos.- Esa es mi chicaMatías soltó sus hombros lentamente, como temiendo que quisiera escapar. Pero ella acercó su cara a la de él, y le dio un cálido beso en los labios. - Aquí vamos...Y acercando lentamente los dientes al cuello de su marido lo mordió...La palpitante arteria de su cuello fue rota. Y la vampiro comenzó a beber de su carótida, mientras a Matías se le iba la vida con cada gota de tibia sangre que recorría la garganta de su mujer. Muy pronto, Matías ya no podía tenerse en pie, pero no por eso Karen soltó a su presa. Lo ayudó a arrodillarse, pero sin despegar la boca de su cuello.La vista del hombre ya se nublaba, sentía sus ojos pesados, los sonidos de la noche lejanos, y la oscuridad como una mortaja sobre él.Y entonces, Karen lamió su cuello, y la herida se cerró sin dejar más rastro que dos finas marcas blancas. Con un rápido movimiento de sus uñas, se hizo un profundo corte en la muñeca. La sangre comenzó a manar a borbotones de la rota arteria de la chica.- Bebe- susurróCasi sin darse cuenta, Matías bebió, entregándose a la oscuridad, y aferrándose en la desesperación a la vida. Su sangre y la de Karen circularían juntas por sus venas, pensaba, por fin volverían a estar juntos, esta vez para siempre, y...Ya no pudo pensar más. Se desplomó al suelo.- Matías!!- Gritó Karen- Que te pasa? Sigue bebiendo!! SIGUE BEBIENDO!!- Es inútil- dijo una voz a su espalda- Está muerto Karen se paralizó al escuchar esa voz. Profunda, dominante, casi hechizante.- Creíste, mi querida niña, que no me daría cuenta de lo que intentarías hacer?? Creíste poder engañarme a mi, que te conozco mejor que nadie??' Creíste, por casualidad, que podías huir de mí??Karen se dio vuelta con un suspiro- Boris.... que haces aquí??La alta figura del pelirrojo amo vampiro se erguía en medio de la calle. Allí estaba Boris, con su abrigo café, sus ojos oscuros e insondables, el ser que había transformado a Karen en un animal nocturno.- Vine a darle su merecido a mi querido rival, tu que crees??La vampiro entreabrió la boca en una mueca de sorpresa- Pues si, princesa. Mientras dormías, el día anterior a tu huida, te inyecté una dosis de ese veneno nuevo.... ya sabes, ese que no afecta a vampiros, solo a humanos. Y al pasarle tu sangre a esa escoria para convertirla en vampiro, pues...La verdad cayó con aplastante fuerza sobre los hombros de la mujer, quien, bajo su peso, cayó de rodillos. Sus ojos enrojecieron por las sanguinolentas lágrimas.- T- Tú... me engañaste... Querías que Matías muriera!!!- No lo niego. Eres mía princesa. Nunca debiste pensar en huir- ¡LO MATASTE!! ERES UN MALDITO, LO MATASTE!!! - No, princesa, no - la calma de su voz le hubiera helado la sangre a cualquiera, mortal o inmortal- Tu lo mataste!! Tú fuiste quien intentó convertirlo en vampiro!! Desde un principio ibas a matarlo!!- No!!- La vampiro avanzó hacia el con actitud amenazadora- Que te sirva de lección, princesa. Si vuelves a intentar huir de mis garras otra vez... aún está tu hijo FrancoKaren se quedó inmóvil al oír esas horribles palabras. Las rojas lágrimas recorrían su rostro, pero fue incapaz de articular un solo sonido. Boris se acercó a ella.- Así es, princesa. Sabes que mi sangre te domina. Sigue siendo sumisa, y te irá bien.Puso sus manos en sus hombros, lamió la sangre de sus lágrimas con su larga lengua.Ella no mostraba ninguna expresión en su rostro. Se dejó tocar, acariciar y besar por su sediento amo, sin oponer la más mínima resistencia.- Si, princesa, así. Sin barreras, sin nadie más.Boris movió su mano hacia abajo, abajo, y mas abajo, su cuello, sus senos, su cintura, acariciando, pellizcando, arañando.Pero cuando una de sus ardientes manos tocó su muslo, Karen hizo un rápido movimiento con la mano derecha.El malvado vampiro cayó de rodillas. Le mujer le había clavado una estaca en la espalda, a la altura del corazón.- Perra!!!- gimió en su agonía- Creí que estabas dominada!!- Mi odio por ti y mi amor por Matías es más fuerteY dicho esto, enterró aún más la estaca, que atravesó el tórax de Boris, quien, con un alarido, cayó al suelo.Karen observó la escena sin ninguna expresión. Después de unos segundos, dio media vuelta, y comenzó a caminar hacia las afueras. Al hacerlo, nuevas lágrimas rojas corrieron por sus mejillas. Su caminata, se volvió trote, y su trote carrera... solo quería escapar, nunca mirar atrás, huir, olvidar. Pero no podía olvidar. El pasado la había atado con cadenas irrompibles. Corrió sin rumbo, corrió por horas y horas, con la vista enrojecida por las lágrimas, hasta que, agotada, cayó al suelo. Siento el aroma de tierra mojada y hierba en su nariz.Se sentó a recuperar el aliento, más no la esperanza. Echó una mirada alrededor- Como llegue aquí??- se preguntóHace rato, en su carrera desenfrenada, había dejado la ciudad. Ahora estaba en una herbosa colina de las afueras.¨No importa a que lugar he llegado, ni en que lugar estoy. En ninguna está Matías¨La alarma del reloj de Karen sonó. Sin mirarlo, tomó el aparato, y lo lanzó contra una roca, que lo acalló definitivamente.- Así es mejor.Y volvió a hundirse en sus negros pensamientos¨Yo te abandoné una vez. Ahora tú me abandonaste. Tengo lo que merezco...¨¨Si no hubiéramos peleado esa mañana... si no hubiera sido atropellada... si no hubiera aceptado la oferta de Boris... si no hubiera huido de él... si no me hubiera reunido contigo... Si no te hubiera tratado de convertir en vampiro...¨Fueron muchos los momentos cruciales. Todos inevitables.Pero Matías, su lucero, el amor de su vida, estaba muerto. No había nada que hacer. Solo esperar. Esperar horas.Hasta que lo vio. Sus ojos le dolieron inmensamente al hacerlo, pero no le importó. Ya no importaba.Delante suyo nacía el sol, se proyectaba un magnifico amanecer, que bañaba la colina de fulgores dorados y verdes.Poco a poco, su cuerpo empezó a arder ¨Había olvidado lo hermoso que era¨Así vio su último amanecer, y el ocaso de su vida¨Como me gustaría que vieras esto conmigo¨Se desplomó, y ardiendo, murió por segunda vez...